Un zapato izquiero para un pie derecho

La temporada se acaba, cada vez queda menos, y aunque sea una temporada para el recuerdo, ya va tocando cerrar el libro, y empezar a escribir uno nuevo. Eso sí, aún queda mucho, casi un mes, y seguro que serán inolvidables, pero el éxito ya esta ahí, ya se ha logrado, pase lo que pase a partir de ahora, la nota es de sobresaliente, y eso es un orgullo. ¿Y ahora que queda?

Queda lo más difícil. La de gente que ha llegado arriba es innumerable, pero ahora hay que sobrevivir, hay que saber gestionarlo y llegará un día en el que esto se acabará, y habrá que morir, pero que no sea de éxito.

No muy lejano, tenemos algunos ejemplos claros. Morir de éxito es algo que no resulta muy difícil. Cuando todo son parabienes y felicitaciones, uno se ve capaz de todo, incluso de comerse pescados que después no pueda digerir, o de olvidarse de aquello y de aquellos, que cuando todo era pequeño, te enseñaron a ser grandes, aquellos que no midieron la capacidad de ser sino de poder ser, y aquellos que en silencio han acudido cada tarde a alimentar el sueño de que las utopías, si se sueñan juntos, se convierten en realidad.

Esos son mis entrenadores. Personas dedicadas a hacer de un colegio, una casa, de un equipo, una familia, y de un sueño, una realidad. Estos entrenadores tienen poco de estrellas. Tenemos de todo, es cierto, pero estoy seguro, que ninguno de ellos son lo suficientemente buenos para algunos, como para convertirse en seleccionadores o para impartir clínics. No me importa….mejor.

Ahora mi teléfono no para de sonar. Cada semana, incorporo nuevas ofertas de personas muy capacitadas para hacer de Asunción, algo que ya es. Seguramente, les darían un repaso táctico y de sapiencia baloncestística a todos ellos, pero a día de hoy, los mios, los mejores, y porque?? Por un sencillo motivo.

Hace algún tiempo, una persona me preguntaba que cual era el sistema que yo seguía para contratar a un entrenador. La respuesta es clara. Cualquier no puede entrenar en Asunción, ya que no somos un club cualquiera. Somos diferentes, por lo tanto, el perfil es diferente. En primer lugar esa persona se tiene que olvidar en su vocabulario de una serie de palabras. (Yo, ganar, mejor, mio)…ese vocabulario tiene que ser algo mas como (Nosotros, luchar, equipo, todos). Está de moda eso de creerse que lo que se consigue es porque yo lo consigo, y ahora este equipo me lo llevo para otro sitio en donde me digan que soy mas guapo, porque aquellos que me han apoyado siempre y me dieron la oportunidad en su momento, ya no me gustan, porque ahora me dicen que entrene a otro equipo y eso es injusto, porque todo esto es gracias a mi!!!….tranquilo! esto es un equipo y tu formas parte de el, te pongas en la foto arriba o abajo.

Por otro lado, nuestro sentir es distinto al resto. Nuestra mini que está destacando, va a jugar tambien con las infantiles, pero…..el entrenador va a permitir que otro entrenador la entrene también?? Ahí llega el NUESTRO, el pensar en el bien común, en que si una jugadora puede llegar a mas, debe llegar a mas, y lo hará si lo permitimos, si somos generosos…dos maestros para hacerle grande, mano a mano, codo a codo.

Este es mi trabajo, ver más allá de las palabras, confiar a los hijos e hijas de esas personas que nos ponen en nuestras manos la educación y el desarrollo de las personas que mas quieren, en personas mas que en entrenadores; y ahora el éxito complica el trabajo. Este éxito nos atrae a mucha gente “dispuesta” a unirse a nuestro proyecto “por lo bien que se trabaja”, y por supuesto, estamos abiertos a mejorar, pero esas conversaciones que tendré con algunas de estas personas serán como muchas “primeras citas”. Esas primeras citas en las que el chico, con ganas de caer bien a la chica en cuestión, dice frases como “A mi el fútbol no me gusta mucho”, aunque sea socio del Málaga….ahí esta hablando el “quiero esto y digo lo que haya que decir”.

La disposición es toda, agradecidos de antemano a todos, yo ya he comenzado a trabajar para la 15/16 desde hace un tiempo, y aunque un zapato sirve para andar, al igual que un entrenador sirve para entrenar, ni el mejor zapato del mundo te hace ser el mas rápido si este es del pie izquierdo, y lo pones en el derecho.

Jose Cabra
Publicado el 8 junio de 2015.