Ya estamos en 2013, otro año mas que ha pasado, y otro mas que afrontar por delante…antes que nada; espero que sea un gran año para todos los que así lo merezcan.
Llevo todas las navidades dándole vueltas a como enfocar este artículo que sin duda alguna, se lo debo a uno de esos momentos mágicos e inolvidables que te ocurren cuando pasas tiempo cerca de los mas pequeños; y una vez que le he dado todas las vueltas posibles y tras la experiencia de las navidades, el enfoque será el siguiente.
Era el último partido del 2012, y mi cabeza, casi puedo asegurar que estaba mas en las vacaciones que en lo que tenía alli delante; mas que nada porque el rival que teniamos enfrente, nos tenía preparada una buena paliza posiblemente; y con el objetivo de la victoria casi olvidado, todo se centraba en disfrutar sin la presión de obtener un buen resultado. Y entonces llegaron poco a poco los jugadores a las instalaciones, y el último de ellos, con la hora pegada al culo (como decía mi madre); llegó con una sonrisa pícara y cuando ya había dicho los que iban a salir al campo, me miró y me dijo: “José, ¿Quién va a ser el capitán?”; a lo que le contesté… “Nacho”; y en ese momento, se acercó a Nacho y le dijo “Toma, ponte el brazalete”.
El amigo de la hora pegada al culo, se había dedicado esa tarde desde que salió del colegio, a encerrarse en su habitación, y a confeccionar un brazalete oficial para que se luciera en los partidos de su equipo…..para mi lo mas importante, es que además de que se había pasado una tarde realizando ese trabajo, lo había hecho para su equipo, no para él, ya que la capitanía es rotatoria y no fija; por lo cual me hace entender que el sentido de equipo y de trabajo para todos, lo tienen mas que asumido; pero sin duda lo que me emociona es el saber que lo primero que hizo al llegar a casa fue sentarse a llevar a cabo una idea, que estoy mas que seguro que llevaba en su cabeza toda la mañana, una mañana en la cual, no dejó sitio ni para que entraran Mates, Cono o Lengua; sino que desde que se levantó, todo lo que pensó y estoy seguro que todo de lo que habló ese día con sus amigos, estuvo relacionado con su idea y con el partido que esa tarde tenía.
El brazalete no tiene desperdicio, para empezar las dimensiones son las propias para un brazo de esas dimensiones, por lo que estoy seguro de que las pruebas de tallaje fueron arduas. En la parte principal, los colores corporativos, los de la camiseta a la que mas cariño le tiene, la que estará guardada en un cajón de su dormitorio toda la semana, y cajón que, estoy seguro, que mas de un día abre sin que nadie le mire, simplemente por el hecho de mirarla e imaginarse en un partidazo con sus amigos y con ella puesta. Sobre el color Burdeos, el nombre de su colegio, “ASUNCION FUTBOL CLUB”, ¡Qué tonteria sería ahora mismo ponerme a decir que somos una Asociación, no un club, que no es de futbol sino de basket tambien……patatín y patatán…..para ellos es su equipo de futbol, y como todos es futbol club, pues no seré yo el que le quite la idea…..también somos Asuncion F.C. como también somos CB Asunción.
Lo mejor viene en el extremo del brazalete; sobre un amarillo brillante la siguiente inscripción “Brazalete oficial”; que no quede dudas de que este es el que vale, este será el que lleve el capitán y no hay otro que pueda valer; por el amor y la dedicación en el trabajo, no merece que nadie rebata dicho nombramiento.
Que no falte, el escudo, ese símbolo que te distingue de cualquier otra persona, un color se puede compartir con otro club, un grito se puede copiar y adaptar, pero un escudo…..ese es tuyo y de los que son como tu; es el mejor curriculum y sin duda la mejor presentación que puedes dar al exterior….”este es mi escudo, por lo que ya sabes como soy”.
Por último el grito de guerra “!A por todas!” sin duda, que cuando estaba terminando el brazalete, ya quedaba poco para que empezara el partido, y en ese momento, ya con la equipación sacada del cajón y puesta encima de la cama, desde su escritorio, con la cabeza girada y la mirada puesta en ese escudo, pasó por su cabeza esta frase que plasmó en el brazalete para que todo aquel que lo luzca, solo tenga que mirarse el brazo para no decaer en el esfuerzo y no olvidar en ningún momento todo aquello que representa con ese brazalete adherido a su cuerpo.
Para mi es una obra de arte, lástima que como bien dijo otro compañero en ese corrillo antes de salir “No podemos ponerlo porque no tenemos pegamento”; cierto no teníamos pegamento, pero estoy seguro que aunque ellos no se den cuenta ahora mismo, este brazalete se convertirá en el pegamento que los mantenga siempre unidos como lo que son, un equipazo.
Estas navidades, he pensado muchas veces en ellos, en como estarán disfrutando de las fiestas y en que en apenas unos días vuelvo a ser el que tiene la suerte de enseñarles a amar y a disfrutar con lo que ahora mismo mas disfrutan en la vida y por ende, se convierte en lo que mas me hace disfrutar a mi; son la alegría y la pureza de la vida en estado puro, sin artificios, y el estar con ellos cada día me recuerda que “todos los hombres mueren, pero no todos los hombres viven”…..a mi me hacen sentir vivos.
Jose Cabra.
