¡Somos Asunción!

Este pasado miércoles el Senior masculino alcanzó la victoria en la final de la liga Fere y se hizo con el trofeo, tras un partido al que no le falto de nada: lucha, entrega, sudor, rabia, impotencia, alegría, satisfacción… Pero quiero remontarme al trabajo comenzado desde el primer partido, con un humilde grupo formado por entrenadores y padres.

Nunca pensé que volvería a vestir la camiseta de mi casa, La Asunción, donde comencé a dar mis pequeños pasitos en el baloncesto. Jamás pensé que llevaría otra vez el 14 a la espalda y mucho menos que podría compartir esta oportunidad con un grupo tan increíble, de los cuales he aprendido muchísimo y me siento muy orgulloso de cada uno de ellos.

Desde el primer partido, nuestro equipo ya respiraba un buen ambiente, puesto que nos metimos en esta competición, para divertirnos, crear nuevos vínculos y para disfrutar de este magnífico deporte. El resto de partidos vinieron solos, porque a pesar de que solo jugábamos por diversión, nadie puede negar el excelente control de juego de Jesus Peña, el liderazgo de Jorge Rosell, la potencia de Gonzalo, el sacrificio y la fuerza de Guille (Zape), el estilo de Felipe, la experiencia de Kike Peña, el carácter y la calidad de Javi, el don de la pausa  y la técnica de Chicho, el compromiso de Pedro y la capacidad de echarse el equipo a la espalda y motivar de Victor, pero claro, esto son solo algunas de las virtudes que forman a estos grandes jugadores y sobretodo a estas grandes personas.

Jamás olvidaré cada momento que he vivido con mis compañeros, como el momento en que  a penas de 10 segundos para finalizar el tercer cuarto de uno de los partidos, sale el balón y gritamos todos desde el banquillo y desde dentro del campo a la vez: “¡ TIEMPO, TIEMPO!” , mirarnos todos y empezar a reirnos, que casi se nos fue todo el tiempo que teníamos entre risas. O esos momentos de rabia e impotencia que todos hemos vivido al fallar alguna canasta cantada pero que rápidamente cualquiera del equipo venía a animarte, apoyarte y levantarte. O esa satisfacción que te produce ver a tu equipo ganar un partido y que te digan al final tus compañeros: “ ¡Has jugado fenomenal!” o “¡ Menudo partidazo que habéis hecho señores!”, frases muy nuestras, que desde luego, te hacen sentir feliz. Y es que yo creo que todos los que forman este gran equipo, tienen algo especial, pero si analizas la forma de ser de cada uno, parecemos muy distintos, excepto por algunas virtudes comunes que fácilmente puedo resumiros en dos palabras: ¡Somos Asunción!.

Y claro como no podían faltar en nuestros partidos ni las risas, ni las ganas, ni mucho menos podría faltar el espíritu asuncionista. Porque esta competición lo ha demostrado, que desde las categorías más pequeñas que conforman el colegio, hasta sus propios entrenadores y padres, todos estamos más que unidos y formamos nuestro hogar, en el que para mí, formar parte de la Asunción me ha llevado a ser un miembro más de una gran familia compuesta por personas con grandes corazones que pueden ser diferentes pero en la que todas se sienten orgullosas de su escudo, de las cuales he aprendido y seguiré aprendiendo a lo largo de los años, porque cuando uno ríen, reímos todos, cuando se sufre en un partido, lo sufrimos todos y porque en conjunto somos un ejemplo de los que son nuestros actuales jugadores e hijos, representando los valores fundamentales y educándolos, para que este espíritu asuncionista no se pierda jamás en las mentes de los que estuvieron, están y vendrán.

En definitiva, doy las gracias al colegio La Asunción y a estas grandes personas que han formado el Senior, por brindarme la oportunidad de disfrutar junto a ellos de este deporte, porque nunca pensé que entraría otra vez por la puerta de mi casa con una medalla colgando del cuello y que ésta la consiguiese trabajando y divirtiéndome con este equipazo. Así que una vez  más, os doy las gracias a todos y está copa va para todos los asuncionistas.

¡ASSUMPTA SEMPER!

Jose Cabra.

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Publicado el 1 junio de 2014.