Qué le echen agua ya

Merece ser bautizado con todos los honores.

Desde siempre, en Asunción, el campo de gradas ha sido venerado por generaciones y generaciones de jugadoras que han visto en ese campo el emblema de las tardes de gloria del baloncesto de nuestro colegio.

Con el escudo en el centro, y una disposición peculiar, lo hace un campo acogedor para las nuestras, e incómodo para las rivales, que notan la presión de jugar en un campo distinto al resto.

Cuando una jugadora empieza su periplo por Asunción, en los equipos preminis y minis, es normal que empiece a pasar tardes sentada en las gradas, viendo como las mayores juegan sus partidos, y la ilusión se transforma en realidad, cuando a la edad de Infantiles comienza a jugar en él; somos envidia de muchos clubes que observan como en nuestras instalaciones contamos con un pabellón cubierto, y pocos entienden que disponiendo de él, sigamos jugando en exterior…sólo hay que preguntarle a cualquier jugador que haya estado o siga jugando en el colegio, lo que significa para ellos jugar en gradas…….no hay color.

Pero al campo de gradas le ha llegado por fín un hermano.

El futbol sala en la Asunción, ha experimentado en los últimos años un crecimiento meteórico; y con él, el campo verde.

El polideportivo se había convertido en refugio del futbol sala desde los inicios de este deporte en Asunción, sin embargo, a medida que el futbol sala crecía, los equipos, aunque reacios al principio, fueron saliendo a entrenar y a jugar sus partidos al llamado campo verde, o antiguo campo de albero.

Con el crecimiento ha llegado el dominio del terreno, y el campo verde se ha convertido en un autentico fortín que hace sentir a los rivales que vienen a un auténtico infierno. Famosas son las batallas ante San Pedro, Coineña, Torroles…….equipos que realmente temen jugar en Asunción, y que modifican su comportamiento para intentar adaptarse a nuestro terreno.

El campo lo merece, lo demanda, es especial desde hace ya mucho tiempo, y para los chicos es tanto o más como las gradas para las chicas…..desde aquí propongo que se le bautice, que “campo verde” no es un nombre, y que todos tienen que llamarle de D. a partir de ahora, porque nos ha dado mucho y nos dará aún mas….se le quiere y tenemos que llamarle por su nombre, por lo que pido que todo aquel que piense como debemos de nombrarlo, nos lo haga llegar, ya que ha llegado su hora de bautizarlo.

Jose Cabra.

Publicado el 21 octubre de 2013.