Proezas

El día que no sienta que tengo la capacidad de cambiar algo, lo dejaré, lo prometo; pero el día que deje de emocionarme con lo que a cualquier otro le parece cotidiano…dejaré de ser yo.

Vivir al margen de las emociones es tirar la vida, en todo hay sentimiento si se quiere, incluso en lo que se plantea como un problema.

Tengo un equipo que no va a dejar de sorpenderme nunca. Benjamin A.

Para poner en situación; un equipo de 26 jugadores, de cuarto de primaria. Si, lo sé, aquellos que entrenan o que saben algo de esto, se habran puesto las manos en la cabeza, 26 en el mismo equipo???? y como entrenan?? es imposible organizarse!! y porque no haces dos equipos???.

El que pregunte esto ultimo, que me diga la respuesta primero a esta pregunta: ¿Quién va a cada equipo?……….gracias, ya me lo imaginaba….quien en Septiembre meta 7 goles a un lado, los demas al otro lado oscuro donde ya nadie lo vuelva a mirar. Gracias, pero no.

Entiendo la preocupación, pero tranquilos, no se agobien por mi, y por mi grandisima ayudante Carmen, es cierto que se tarda mas en obtener resultados y es cierto que a veces las convocatorias pueden ser un poco dificiles…mas que nada, porque no perder el espiritu de equipo, a la vez ser competitivos y que todo el mundo se sienta importante, puede resultar complicado…pero siempre he pensado que si se quiere, se puede, y sobre todo y mas importante…SENTIRSE CAPAZ. Y en estas dos palabras, la mas importante es la primera.

Les presento a Julian:

Es un chico mas. Estatura normal, peso normal…uno mas de los 26. Honradamente, esta temporada me tenia preocupado…lo he visto sonreir menos que otros años.

Es capaz de ver lo que otros no ven, por eso siempre lo he mirado distinto que a los demas. Los 25 restantes intentan cada día ser mejores con el balón, pero Julian lleva consigo la responsabilidad de convertir las cosas en mejores, busca la brillantez en todo lo que hace, y esas personas sufren si no lo consiguen; no le basta hacer un pase normal, ni un partido normal, el sabe que el traje que le queda bien es el mas bonito, el más elaborado, el mas dificil de conseguir, el de superheroe….el se ve ahí, donde otros no llegan…capaz de hacer cosas….solo que el tamaño de su corazon valeroso es aún demasiado grande para su pequeño cuerpo de niño….yo lo veo así, solo es cuestión de encontrar la manera de que lo haga suyo, de que lo domine y pueda ser ese que sólo el sabe.

Por eso el viernes nunca lo olvidará…ni yo tampoco.

Jugabamos en Esclavas, ante un rival que nos venció en liga de manera holgada en dos ocasiones….pero esta vez es diferente, el equipo multitudinario ha evolucionado, ha mejorado…ha tardado, pero con el tiempo necesario, la ilusión y el trabajo, las cosas se consiguen.

El partido llegó a los ultimos minutos con la maxima igualdad después de un trabajo espectacular de todo el equipo. 2-2 y queda poco….podríamos estar contentos, pero yo creía que podiamos ganar. Tras darle muchas vueltas a encontrar a una solución, senté a Julian en el banquillo. Habia metido un gol en la primera parte…habia cumplido con creces.

En ese momento se me cruza una pregunta en la cabeza….me giro al banquillo, y mirando a los que estaban alli sentados a los ojos les digo: “¿Quién es capaz de meter el gol?”….unos hicieron como que no entendían la pregunta…”el gol??”….otros miraron al suelo….y otros dudaron…”no se..” Sólo pasó 1 segundo mas, desde que Julian se levantó desde detras del banquillo y devolviendome la mirada con la misma fuerza dijo “YO LO VOY A METER”. 25 millones de pensamientos me pasaron…”Acabo de cambiarlo…..” “Ok, al campo”.

Tardó lo que tardan los sueños en hacerse realidad.

No podía ser de otra manera, el gol fue espectacular….y ahora sí, el dedo hacia la persona que siempre ve que en el hay grandeza, la que sufre por dentro cada día porque sabe que las proezas requieren de un momento determinado, de ponerse de pie cuando todos se esconden, de mirar con valor, de no tener miedo a ser quien debe ser, la sonrisa de Julian esconde mucho mas que la de cualquier otro, y su madre sabe lo que cuesta sacarla a la luz…el gol es para ella.

Yo me quedo con un momento después, cuando ya el partido se habia reanudado y estaba trabajando en defensa… ahí justo, hay un momento en el que cruzamos la mirada y le guiño el ojo…el me regala de nuevo una pequeña sonrisa…sabedor que lo que ha hecho es grande…pero eso que lo digan los demás.

El día que deje de ver todo esto, lo dejaré… lo prometo.

Jose Cabra
Publicado el 11 abril de 2015.