En Asunción es posible

En primer lugar, quiero dar las gracias a la federación Andaluza de baloncesto, en este caso a la delegación de Málaga por haberse acordado de premiar un proyecto deportivo y formativo a partes iguales, competitivo sí, pero integrador por encima de todo.

Desde la Asunción solo podemos dar las gracias a todos los que han hecho posible que podamos celebrar como protagonistas, un día dedicado al baloncesto malagueño y a sus éxitos, y para nosotros, es un orgullo, poder estar aquí, de la mano de nuestra filosofía, sin haber renunciado a ella, recibiendo un galardón, que pocos creyeron que algún día pudiéramos conseguir, y no por falta de capacidad, sino por abrazarnos sin fisuras a una filosofía que renunciaba en principio a la competitividad de seleccionar a los mejores por encima del resto, y amarrarnos a llenar las pistas de niños y niñas que quieren hacer su deporte favorito, con sus amigos, con su compañero de pupitre, sin que nadie venga a decirle que el es un B porque mete menos tiros que su mejor amigo que es un A y que por eso tiene menos derecho a conseguir cosas grandes, en Asunción, es posible.

Hubo un tiempo, y nada lejano, que la ilusión de lo que hoy es algo de lo que todos presumimos, no era nada más que algo por lo que luchar, pero que muy pocos veian posible, era algo así como una utopía. Recuerdo, como si fuera hoy, que me preguntaron una vez directamente…..”Pero usted, que proyecto tiene para mi hijo”. Eran momentos en los que había que confiar en un proyecto en ciernes, y no todos tuvieron esa capacidad….sin embargo, aquel día, respondí intentando transmitir toda la ilusión que pude, ahora bien, había que creer.
A día de hoy, el proyecto se defiende solo, no hay que explicar nada a nadie, se nos ve de lejos, sin embargo, les transmito nuestro proyecto….con la misma ilusión que aquel día.

Pues miren, el proyecto que tenemos para sus hijos es el de encontrar personas que trabajen para formar a sus hijos, no solo deportivamente, sino con los valores propios de la Asunción, valores que saltan en menos de un minuto desde un aula de nuestro querido colegio, a la pista de basket, y eso no lo hará cualquiera, lo harán personas con “perfil Asunción”, a imagen y semejanza de las religiosas que cada día nos abren las puertas de su casa con la generosidad infinita que les ha transmitido nuestra fundadora. Personas que estarán implicadas en la educación de esos niños, que les harán felices y después les harán jugadores, personas que cada lunes a las 16.30 de la tarde, serán referentes para ellos, en Asunción es posible.

El proyecto que tenemos no es el de dedicar tiempo en el teléfono marcando el número de aquel chico o chica que vi un día jugar en tal sitio y que me vendría muy bien para hacer un equipazo……no, no es ese nuestro proyecto, pero si dedicaré tiempo en mi proyecto a aquel niño que no tenia muy claro si apuntarse a baloncesto, pero que le ha picado el gusanillo, y aunque su madre me diga que “es muy malo y no ha jugado nunca y además sus amigos llevan años jugando y el no”, le dedicaré tiempo extra, para que aunque no meta la canasta de la victoria, se sienta igual de campeón, que el que más, y le dedicaré tiempo a que sepa que aunque se pierda, una y otra vez, el derrotado es aquel que no vuelve a luchar, en Asunción, es posible.

El proyecto que tenemos, es el de que Manolito y Juanito , que hoy tienen 6 años, y son unos mas del baby, el día que cumplan 17, se encuentren en el centro de la piña Asunción, junto con los mismos amigos que cuando no llegaban a la canasta, que salgan del colegio, que si quieren se unan al proyecto como ayudantes, que sigan su vida fuera del colegio, pero dentro de la Asunción, que se formen, que sean entrenadores de su colegio, que transmitan lo que le han transmitido, y que el día de mañana, se sienten en la grada, una vez mas al lado uno del otro, de su compañero de pupitre de cuando tenían 6 años, y que se les caiga la baba viendo a Manolito junior y Juanito Junior corretear por el campo de gradas, siendo parte de una nueva piña asuncionista, viendo gritar Asunción como ellos lo gritaron, abrazandose a su amigo, ya no por sus victorias, sino por la de los pequeños, y consolándose juntos por sus días de derrotas, y llegar hasta el día, en el cuál sepan, que pase el tiempo que pase, nunca se irán de su colegio, nunca dejarán de ser hermanos de la Asunción, al igual, que me ha pasado a mí, con la persona que me ha acompañado desde el primer día y que jamás le agradeceré suficiente su trabajo altruista por este proyecto. Gracias Agustin…en Asunción, es posible.

Ese es el proyecto, y es el de todos, este es el club del año, y es el de todos, club del año lo gana un padre que se levanta a las 6.30 un domingo para meter a su pequeño en un bus a Manilva, club del año es un entrenador que viene cuando no le toca entrenar para ver como su compañero entrena y aprende de lo que hace, club del año es el entrenador de futbol sala que ve los partidos de baloncesto , club del año es aquel niño que se lleva debajo del uniforme su equipación burdeos porque por la tarde tiene un partido, club del año, es la directora que se preocupa porque el deporte que lleva el nombre de su colegio por todos lados puedan trabajar con todas las facilidades posibles, club del año es Asunción………………porque en Asunción es posible.

Gracias a todos.

Jose Cabra
Publicado el 23 junio de 2016.