Monstruos A.D.A.

Permítanme que tome prestado el nombre de aquella película de Disney y lo adapte a lo nuestro.

Una vez leí, que una chica, se quejaba que se había criado viendo películas de Disney y que la expectativa que le había creado en los hombres con los príncipes le hacia fracasar después al ver que la realidad no era esa….pues que queréis que os diga, es quedarse en la puerta y no entrar hasta el fondo de todos los mensajes que a mi por lo menos, me han hecho crecer feliz y ahora, me hace tener ya una pequeña colección de libros para que mi Pepe…ya saben.

De esta película, quiero recordar un mensaje muy profundo. Estos monstruos, trabajaban dando sustos por la noche a los niños que al gritar, producía una potencia que la convertían en energía para poder vivir en su mundo. El final de la película, nos demostraba que la potencia que generaba una sonrisa y la alegría, era mucho mas poderosa que la de los sustos y los gritos, lo que convertía a los monstruos en amigables en vez de temibles.

Ahora viene mi reflexión.

Este año, con mis tres equipos me he propuesto hacer grandes temporadas, de esas que se recuerden, que me hagan conseguir triunfos semana a semana y que finalmente nos haga levantar algun trofeo. Con ese objetivo, me plantee el año, y con suerte en los primeros partidos, las cosas han ido rodando y hemos ido sumando puntos. Lamentablemente, la ambición mal llevada, y el conseguir victorias, hace que suba la presión por seguir consiguiéndolas, y el perder te escuece mas cuando llega….y como ya he dicho otras veces…no hay nada mejor que perder a tiempo.

Pasado domingo, en partido con mis infantiles ante Coin, llegó la derrota dolorosa, esa que no te esperas, que además, te hace daño porque desde el primer momento ves que tu equipo es mejor, pero no salen las cosas, y que hizo el entrenador?? Pues menos que ninguno por ganar. Desde aqui, quiero ser el primero que lance la piedra contra mi.

Un buen entrenador tiene que ser respetado, no temido, un buen entrenador tiene que dar soluciones, no censuras, un buen entrenador tiene que empujar, no apretar, un buen entrenador tiene que apoyar, no coartar, un buen entrenador tiene que ser eso…bueno.

Mi caracter, es de darlo todo, pero…¿Los niños no lo dan todo de verdad?.

Soy de los que hacen mucha autocrítica, y en algunas ocasiones me he preguntado si yo he sido a veces el causante de la derrota….y me propuse el experimento contrario.

La vida te habla a través de los hechos.

El miercoles, siguiente partido de liga, con el equipo juvenil….una maravilla de chavales, inciso….estoy teniendo sensaciones con estos chicos, que no las vivia desde que entrene a los magníficos Antonio Artacho, Nacho Franco, Gonzalo Gatell, Pablo Bosch, Pepe…..y cia…Pues bien, partido de liga ante Presentación nada menos, y por encima de todo, mi nuevo planteamiento en la banda….pase lo que pase, todo positivo, solo soluciones y con ellos a muerte.

Les prometo que me resulto dificil morderme la lengua, sobretodo cuando despues de ir 1-0 arriba, con una serie de errores en cadena y disparatados algunos, el rival se pone 1-4 arriba a falta de 15 minutos para el final…evidentemente todo perdido, y una sensación de desanimo enorme…sentir que a lo mejor, no he estado tan encima como debiera, me hace sentir que la brújula se me ha roto. Pero bueno, vamos adelante, aplaudimos, pensamos, un par de cambios y vamos hasta el final, porque la Asunción, nunca se rinde

No creo en absoluto que los cambios tácticos y de jugadores hicieran esto, pero si que los aplausos a los muchachos y los ánimos influyeron….en apenas quince minutos el partido paso de 1-4 a 8-4….es decir, un parcial de 7-0 en partido juvenil….nunca lo había visto…por eso dicen, que no puedes conseguir resultados distintos haciendo siempre lo mismo. Cambié yo, y cambiaron las cosas.

La experiencia me ha servido para tomar buena nota, y que si no ganamos las copas, no sea porque no les he dejado.

Estos chicos me demostraron, que los monstruos son ellos, y no nosotros.

PD: Gracias a todos los que me han soportado.

Jose Cabra
Publicado el 17 noviembre de 2016.