Sin apenas darnos cuenta, nos hemos plantado en el final de la temporada y ¡Vaya final!, ha sido una semana cargada de emociones, pero sobretodo llena de todo aquello que nos hace felices.
Si alguien no nos conoce y quiere tener una idea de lo que ADA quiere transmitir con su proyecto, o simplemente en que consiste ese proyecto, sólo tiene que haber vivido estos últimos 6 días en el colegio, que han sido un compendio perfecto de nuestra filosofía.
Comenzó el martes pasado con un ratito en el Berni Rodríguez y su padre Bernardo nos visitaron para darnos las “7 palabras capitales”. Fue enriquecedor ver a dos profesionales dar sus consejos, contar su experiencia y hacernos ver que lo que realmente importa, ya sea en el club mas pequeño del mundo, o en la final de una Olimpiada son los valores básicos de compañerismo, educación, respeto y confianza.
Sentí una enorme satisfacción al ver la respuesta de nuestras familias, apoyando la iniciativa, participando desde los mas pequeños y valorando de forma positiva la experiencia, por lo que no nos queda otra que seguir insistiendo en este camino, el de la formación, la primera pata de nuestro proyecto. Formación de jugadores, pero también de entrenadores y familias.
Después tuvimos el viernes, día de despedida de los mas pequeños, las escuelas, pero también el día de la familias, que es un día, que a pesar de no llevar mucho tiempo celebrándose se ha convertido en un día esencial para todos y que es esa segunda pata de nuestro proyecto, las familias.
A mí personalmente, es el día que mas me gusta de todo el año.
Según mi propia experiencia, la familia es algo que está por encima de todo. Hay familias de muchos tipos, y a todos, cuando nos ha llegado el momento de formar una, hemos sentido que era para siempre, para toda la vida, sin embargo, no se puede controlar lo que la vida nos tiene reservado, y a veces, las cosas no salen como uno las planea y el tiempo para jugar con tu niño o tu niña es limitado, ya sea por trabajo, por espacio o porque ya el tiempo ha pasado, y aunque al principio todos nos hacemos la ilusión de pasar mucho tiempo con nuestros niños, eso también a veces se complica, y el poder tener una tarde para jugar juntos, con otros amigos, con la familia asuncionista que se ha ido formando con el paso de los años y recordar, ahora si, esos momentos pasados, que uno siempre recuerda con una sonrisa…creo que no dejamos de ser niños nunca, y estos días, nos hace creer, que aunque ya de adulto sabemos que los sueños no siempre se podrán cumplir, verlos soñar es de esas cosas que nos eleva a lo más alto.
El sábado llegó el momento de las finales escolares. Nuestro ideario va unido al del colegio, y la competición FERE siempre ha sido básica para nuestro día a día, haciendo que nuestros equipos traspasen fronteras llegando a campeonatos internaciones incluso. Es el momento de la tercera pata del proyecto, la competición.
Se consiguió alcanzar varias finales y aunque ganaron también muchas, otras se perdieron, y eso nos sirve para ver como nuestros niños deben tener también la experiencia de conocer lo que es la parte menos agradable aunque también esencial para sus vidas. El saber que no todos somos iguales, que algunos jugaran mas que otros, pero que todos estaremos remando en la misma dirección para un objetivo común, el bien del equipo.
El trabajo de cada tarde, de entrenamientos con frio, con calor, partidos a mala hora, compaginar con la conciliación de los hermanos, de los eventos del colegio, en sí, la capacidad de organizarse, de ser responsables y de tener la generosidad de cumplir con mis amigos, mis compañeros y mis entrenadores que han dado lo mejor de sí, para convertirles en grandes deportistas, pero sobretodo, en personas completas.
Y llegó el domingo. La final del equipo mini masculino en categoría FAB ORO.
La competición FAB es la mas exigente de las que compiten nuestros equipos de baloncesto. Llegar a una final como la del domingo es muy difícil. Se construye paso a paso, día a día, hay que tener un buen entrenador, y muy buenos niños, pero lo que hay que tener es algo mas, y esa es la última pata de nuestro proyecto. El compromiso.
Este equipo, ha llegado a final de la temporada sin perder ningún partido desde Septiembre. Y eso no se consigue sólo porque sean muy buenos con el balón, que lo son, o con un entrenador entregado que sabe mucho, que lo tienen, eso se consigue con todas las familias que están alrededor y que creen y respetan ese compromiso desde el primer día hasta el último.
Para ganar todo el año, mas de 40 partidos, es necesario tener a personas que se comprometen a acudir a los entrenamientos, a los partidos, que siguen los consejos de las personas que trabajan día a día con los niños, que apoyan y no cuestionan el trabajo del entrenador, que son compañeros de los compañeros, que se alegran por el éxito de otro jugador, que no generan desconfianza en el grupo y que por supuesto, son los primeros que se dejan la vida en animar, en llevar y traer y en echar una mano en lo que se les pida, ese es el secreto para llegar y ganar una copa como la del domingo.
Por eso pienso, que una copa como la del domingo, se gana con días como los del viernes, donde todo el mundo juega, todos nos ponemos las botas y codo a codo, nos implicamos en una labor, que es la mas bonita del mundo, hacer feliz a un niño o a una niña que son los que mas felices nos hacen a nosotros.
Muchas gracias a todos familias. Ha sido un año maravilloso.