¡CON EL CORAZÓN!

SEMI1

Son muchos los partidos que un entrenador dirige a lo largo de su vida. De unos se sale contento, de otros triste, unos importan más, otros menos, pero son pocos, muy pocos, lo partidos que sabes que nunca vas a olvidar. Sin duda el de la tarde del pasado viernes 8 de abril será uno de esos INOLVIDABLES.

El equipo infantil B de baloncesto femenino del colegio se enfrentaba a Victoria Maritas en en primer partido de las semifinales provinciales federadas de primer año.

Afrontábamos las semifinales como equipo cabeza de serie tras una primera fase extraordinaria en la que acabamos en segunda posición solo tras Andalucía Promesas que fue el único conjunto que se nos impuso en ambos choques. Era importante el partido puesto que teniamos el factor campo a favor y queriamos aprovecharlo. Y así empezó el partido, con nervios, con ganas de hacerlo bien y con cierta responsabilidad que pesaba a nuestras espaldas.

El primer periodo empezó dubitativo para nuestros intereses, no logramos entrar al partido como queriamos, aunque el trabajo no era malo éramos concientes de que teniamos la capacidad de hacerlo mejor. Pero a partir de mediados de periodo el equipo supo encontrar su camino e imponer el ritmo. De la mano de Cristina Oliver que anotó dos triples casi consecutivos, de Paula Rodríguez y Carmela Miguel que anotaron 8 y 4 puntos respectivamente y de una Blanca Povea que distribuía juego a la par que aportaba en la anotación con una canasta llegamos al final del periodo con un tanteo de 20-9 a favor, sin duda un gran primer cuarto. También genial Olga estando activa, queriendo aportar y con seguradad con el balón en la manos.

El segundo periodo fue algo gris, nuestros oponentes mostraron su credenciales y la jugadora número 9 rival demostró que talento no le falta. Aun así ganamos el periodo con una gran defensa (solo encajamos 7 puntos, 2 menos que en el primer periodo) y con una anotación que aunque más discreta también fue importante. Blanca Sánchez además de intensidad y concentración defensiva aportó 3 puntos fruto de un tiro a media distancia y un tiro libre, Cristina Oliver seguia sumando buenas acciones y puntos (2 en este periodo) y Marina Ramos anotó un triplazo para poner fin al cuarto con +1. No hay dudas, Marina se licenció en este partido siendo de las mejores, dio justo lo que su entrenador pidió de ella, un gran orgullo verla jugar así. María Rodríguez lo intentó una y otra vez, sin suerte, no era su momento, pero tranquilos, su momento, como no puede ser de otra forma cuando el talento te rebosa por todos lados, llegaría. Patri Hernando estuvo muy correcta, tuvo varios tiros cómodos que no consiguió anotar pero defendió a buen nivel y jugó con inteligencia y desparpajo.

Llegabamos al descanso con +12 (28-16 en el marcador), parecía que todo estaba controlado, que la segunda mitad iba a ser cómoda, pero el destino nos tenía preparados otros planes.

Empezamos el tercer periodo con una mezcla de exceso de confianza y pasividad defensiva que resultaron muy perjudiciales para el equipo y nuestros rivales, como no podía ser de otra forma cuando tienes en frente a un gran equipo, supieron aprovecharlo. Encajamos 6 puntos en poco más de un minuto, estabamos algo perdidos en defensa y precipitadas en ataque. Araceli Werner brindó dinamismo al ataque con buenas penetraciones doblando al final, pero a pesar de la ventaja creada no conseguiamas materializar la ventaja en canastas. Querimaos recuperar la ventaja en un abrir y cerrar de ojos, pero eso no es posible, en ningún caso. El equipo rival se seguía acercando y redujo la diferencia a solo 2 puntos con grandes acciones de las dos Lucías, números 5 y 9 de nuestras rivales. El panorama no pintaba nada halagüeño, nos veiamos impotentes, y si ya de por si la cosa no se veía clara, estaba a punto de ponerse mucho peor. En una acción fortuita Blanca Povea cayó mal y se dobló el tobillo. Ella es dura, y fue capaz de continuar una jugada más, pero en seguida se dio cuenta de que algo no iba bien y pidio el cambio. Pedimos tiempo muerto para evaluar la situación. Blanca Povea, con todo el dolor de su corazón, no podía seguir. Entró Marina Ramos en su lugar. Restaban 3 minutos y medio de periodo. Fueron los minutos más largos que recuerdo. El equipo estaba tocado, pensando más en la lesión de Blanca que en el partido, desconcentrado, desacertado, perdido. Nuestro rival aprovechó nuestra debilidad y se puso 2 puntos arriba al finalizar el periodo. Encajamos 14 puntos en el cuarto, no anotamos ninguno, ibamos perdiendo, nos habían remontado una ventaja de 12 puntos, el equipo estaba tocado animicamente por la lesión de su compañera, todo hacía pensar que hoy tocaba claudicar. Pero los que conocen a estas niñas saben que nunca tienen una derrota prevista en su agenda…

He de reconocer que como entrenador durante un segundo lo pensé… Todo un año entrenando para llegar a este punto, todo el trabajo hecho y en el momento de la verdad… ¡Qué mala suerte! ¿Cuánto tiempo perderiamos a una jugadora tan importante como Blanca? ¿Sería capaz el equipo de competir con la ausencia de una de sus líderes? Si, durante un segundo lo pensé, dudé, pero solo fue un segundo, por que al darme la vuelta y mirar al banquillo, a pesar de las caras de desánimo, yo veía a mi equipo, a mis jugadoras, las que tanto me han demostrado este año, solo veía el triple de Marina en el último momento del segundo periodo, la defensa perfecta de Blanca Sánchez, el talento inconmensurable de Cristina, el corazón de María Rodríguez, la ilusión de Carmela y Patri, la elegancia de Olga subiendo el balón, la alegría de Araceli y sus ánimos, el sacrificio de Paula y sus ganas de luchar, la tristeza de Blanca Povea por no poder jugar a la par que sentía confianza ciega en sus compañeras, pero también veía a Rocío Boto, Susana Romero y Candela Subiris animando y apoyando a sus compañeras por que les importan mucho, veía un grupo de jugadoras de las que me sentía orgulloso, veía que la lesión de Blanca no era una excusa, era una oportunidad, una oportunidad de que el equipo luchase por ella que tanto ha luchado por equipo, una oportunidad de demostrar que en este equipo todas aportan, ese segundo de duda se disipó, olvidé todo lo que había pasado hasta ahora, cambié el chip. Solo perdiamos de 2 puntos y teniamos todo lo necesario para ganar el partido, teniamos un equipazo con orgullo, talento y corazón, era nuestro momento, estaba seguro de que lo conseguiriamos. Y con esas empezó el último periodo.

Saltaron a pista María Rodríguez, Cristina, Marina, Paula Rodríguez y Blanca Sánchez. Empezamos bien, anotando rápido, con una canasta bajo aro de Paula Rodríguez que se ponía con 10 puntos y empataba la contienda. Pero es que poco despues llegó a los 12 puntos para poner de nuevo al equipo 2 puntos arriba, la defensa era la que tenía que  ser, activa, contundente, en bloque, con cabeza, perfecta. Entonces llegó, por fin, yo sabía que tenía que llegar, nunca perdí la confianza en ella, llegó su momento, María Rodríguez rompió el partido. No había anotado ni un punto en todo el encuentro, estaba mosqueada por que ella siempre quiere hacerlo bien,  pero cuando el equipo más la necesitaba, como hacen los MUY GRANDES, apereció. Anotó 7 puntos en un minuto para poner al equipo con un +9 a falta 3 tres minutos para el final. 7 puntos anotados con el corazón, de raza.

Ya todo nos venía de cara, el banquillo animaba con todas sus ganas, el público estaba metido, toda la grada animando, Blanca Povea a pesar de su dolor pegaba voces desde la banda y estaba con las suyas, Cristina tomaba el timón del barco subiendo la pelota y controlando el partido y a pesar de que el rival quería ganar y lo intentaba nosotras estabamos ahí para frenarles y así, casi sin darnos cuenta se llegó al final del partido, con un marcador final de 41-37. Con la satisfacción del trabajo bien hecho, con el equipo más unido que nunca y con una victoria muy importante que se quedaba en casa.

Este equipo vuelve a demostrar que es muy grande, que todas aportan, que a pesar de los baches se sabe recomponer y se supera, confia en la victoria y la busca, la quiere. Con esta actitud solo ellas marcan sus límites. Y lo más importante, a todas les importa relamente su equipo, sus compañras, su amigas, su colegio. ¿Quién ha dicho que así no se puede competir? Todo es posible, incluso las metas más altas, cuando se juega CON EL CORAZÓN.

Ahora toca preparar el segundo partido de la serie, el sábado de la semana que viene, por que queremos estar en la final, por que nos lo merecmeos por que hemos currado mucho para ello y no vamos a dejar escapar la oportunidad.

Deseamos un pronta recuperación a Blanca Povea, queremos tenerla de vuelta pronto ya que ella nos hace mejores a todos. Conociéndola no tardará mucho en retornar por que ella es fuerte y sin baloncesto, no puede estar. El equipo quiso dedicar la victoria a Blanca tras finalizar el partido, bonito detalle de estas campeonas.

Hoy no doy la enhorabuena, y no por que no lo merezcan, hoy doy las gracias por haber recibido como regalo un partido que nunca olvidaré.

¡¡¡VAMOS EQUIPO!!!

Publicado el 8 abril de 2016.